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S. Vicente Mártir, 2 bajo. 24004 León

TIEMPO LIBRE EDUCATIVO

“Estate quieta. No te levantes. Guarda silencio. No copies. Mira la pizarra. No es momento para jugar. Te vas a caer. No hagas ruido. No molestes. Escucha. Lee. He dicho que escuches. Memoriza. No levantes la cabeza del papel. ¡Qué no te muevas!”

Año 2020, hemos conseguido alcanzar el récord, hemos conseguido crear más de ocho millones de robots entre los 0 y los 18 años. Robots capaces de permanecer horas y horas sentados, capaces de memorizar infinitos textos y responder a cientos de cuestionarios, por supuesto, utilizando para ello ordenadores, móviles, tablets, IPods, IPads, E-books y otra larga sucesión de términos que resultan incluso desconocidos para quienes no son como ellos.

Estos robots son los mejores: los más preparados y los más competentes (y competitivos), hablan catorce idiomas, tienen siete medallas en campeonatos deportivos, saben realizar una ecuación de segundo grado a la vez que dan un salto mortal y se hacen muchas fotos, también se hacen muchísimas fotos.

Pero…un momento… ¿Son robots? Espera… no, no son robots, ¡qué son personas! de diferentes tamaños y edades sí, pero personas. Personas sin tiempo, con prisas, con ansiedad y muchas veces sin posibilidad de decidir, marcadas por la norma de una sociedad en un mundo que corre y corre y que no tiene tiempo libre.

Para. Para. Para. Piensa. Respira. Decide por ti misma. Escucha. Lee. Aprende. Comparte. Juega. Cáete. Levántate. Mánchate las manos. DISFRUTA DE LO QUE HACES, COMO SI FUERA TIEMPO LIBRE.

Tiempo libre. Un tiempo libre que por supuesto puede ser educativo, de hecho, ojalá todo lo educativo fuera de “tiempo libre” de tal manera que todxs “aprendiéramos divirtiéndonos y nos divirtiéramos aprendiendo.” De tal manera que fuera un tiempo libre en el que aprender es tan divertido y emocionante, tan satisfactorio y enriquecedor que lo eligiéramos nosotrxs mismxs. Un tiempo libre de calidad en el que todxs pudiéramos desarrollar todas esas capacidades que han adquirido nuestro supuestos robots pero forma totalmente diferente: disfrutando. Educando en valores, en respeto e igualdad, educando en la fuerza de lo colectivo sin olvidar la importancia de lo individual; educando jugando.

Claudia Escorza