Me parece interesante escribir sobre el tiempo libre educativo en este momento. El mundo se ha parado a causa de un virus muy pequeño, que ni vemos, y muchas de las cosas a las que le dábamos un valor desmesurado ahora no valen. Me parecería un error muy grande perder este tiempo quejándonos y lamentándonos de lo que está pasando para volver al mismo punto de donde partimos.
Los colegios se han cerrado, y los niños, al igual que los adultos, están obligados a permanecer en casa sin salir. Ellos tienen algo que los adultos no tenemos, y es que siempre estarán acompañados por necesidad, así que lo que voy a exponer a continuación es sobre todo, aunque no solo, para ellos.
Una casa si lo pensamos está llena de recursos Para la educación a nivel intelectual seguimos teniendo libros, pero el tiempo libre fijará mucho mejor sus conocimientos, y si después de leerlo podemos comprobar que la teoría se cumple, estoy segura de que les costará olvidarlo y sobre todo lo disfrutarán. Por eso aprovechad todos los objetos de la casa para hacer realidad las matemáticas, sumas, restas, divisiones… todo es práctica. La química, la biología, hay mil experimentos que podemos hacer y comprobar si funcionan, ahora tenemos tiempo. La lengua y literatura, en un momento como este necesitamos expresarnos y se puede aprovechar también para animar y apoyar a otros, al igual que la plástica y la música. Esta parte me lleva también a la educación física, hay que cuidar la salud, y es momento de notar como lo necesitamos y hacer todo lo posible por no dejarlo a un lado. Que importante es hacer ejercicio y cuantas veces nos lo han dicho, pero resulta que en este tiempo también se puede descubrir que jugando con los de casa se puede hacer ejercicio, que ayudando en las tareas de casa también, otra opción es el internet hay bailes, actividades… estamos en un tiempo en el que tenemos muchísimos recursos a los que acceder, pero también en un tiempo para descubrir que no necesitamos tantos recursos si aprovechamos los personales y básicos, seguro que tanto los padres como los niños se saben coreografías que dan la oportunidad de contar historias y anécdotas que seguro que les aportarán más conocimientos de vida. Por eso también es muy importante la educación moral, la falta de tiempo y el ritmo que llevaba la sociedad no nos dejaba dedicarle tanto tiempo como podemos hacer ahora, la familia, el respeto, el preocuparnos por los demás, y tantas y tantas cosas que ahora estamos viviendo. Y aquí enlazo con la educación afectiva, ya que es un tiempo difícil pero que pasamos juntos, y es necesario aprender a expresar lo que siento, a saber entenderlo, y a relacionarme con los demás de acuerdo a ello. Nunca hemos tenido tanto tiempo para hablar en las familias, para leer cuentos que ayuden a explicar estos procesos, para buscar juntos soluciones a las situaciones que las necesitan, para buscar maneras de experimentar emociones positivas y para crear maneras de hacer que otros las experimenten también aunque estén lejos.
Este tiempo tiene que quedarnos grabado a fuego, pero como un tiempo bueno, en el que aprendimos más que nunca disfrutando del tiempo libre en casa y aprendiendo a vivir valorando lo realmente importante.
ELENA ALONSO GONZÁLEZ
