Para todo el mundo es conocido el vertiginoso desarrollo tecnológico donde estamos inmersos y al que no escapa el ámbito educativo, y por lo tanto nuestra formación en el tiempo libre tiene el reto de incorporar nuevos recursos didácticos y estrategias de aprendizaje para proporcionar la adquisición de conocimientos y el desarrollo de competencias significativas, mediante la utilización de una plataforma de aprendizaje. Con ello se logran una organización a la carta.
Las entidades de Didania no concebimos la animación en el tiempo libre simplemente como una técnica de intervención, sino como una tarea humana que tiene como núcleo la relación interpersonal y social. La persona del animador, sus actitudes básicas y sus capacidades son los elementos claves de su práctica de intervención en el tiempo libre.
Así entendemos que la figura del animador de un proyecto educativo, social o cultural viva este proyecto implicándose personalmente en su realización, por lo que transmite los valores inherentes de una manera congruente y por medio de su estilo educativo que, sobre todo, es un estilo de vida. Queremos que la motivación de la persona que anima sea especialmente vocacional y, de esta forma, desarrollará su tarea, de acuerdo con sus posibilidades y circunstancias concretas, de manera voluntaria (no remunerada) o profesional (remunerada y sujeto a relaciones laborales), teniendo presente que animación y vida personal son indisociables.
En este sentido, la animación y la educación en el tiempo libre no son tareas aisladas de la vida que se puedan convertir en una profesión más, sino que son espacios de testigo desde el compromiso y la participación que emanan de las opciones que nos identifican y nos comprometen.
Es por ello que la persona que anima interviene a través de su relación personal, no por lo que dice ni siquiera en lo que hace, sino por lo que es y por la forma en que está presente en el marco de la interrelación, mediante su persona y sus actitudes. Como persona, es miembro de un grupo y, como tal, su tarea supone acciones en grupo y proyectos que se desarrollan en y desde un grupo. También, como persona que forma parte de un grupo, es un dinamizador de su entorno, que basa su metodología en la facilitación del protagonismo de toda persona como sujeto implicado en el proceso educativo y de animación.
La formación que tenemos que transmitir, pues, debe hacer referencia a las actitudes y capacidades que la figura del animador debe desarrollar en el campo de las relaciones interpersonales, debe aportar criterios básicos y contenidos pedagógicos, metodológicos y organizativos; debe incluir recursos e instrumentos técnicos adecuados y debe garantizar una continuada análisis de la realidad en la que se desarrolla la intervención en el ocio.
A la hora de poner en marcha un proyecto formativo online de tiempo libre no debemos caer en la improvisación y tener claro lo que queremos. Qué contenidos y recursos vamos a incluir, las actividades y tareas, cómo va a ser la evaluación de dicho proceso formativo y también tener en cuenta la presentación del mismo, que sea visual, con dinamismo y atractiva. Lo que se pretende es que sea una metodología de calidad (con contenidos y resultados), interactiva (de construcción entre el alumnado y éstos con el profesorado) y flexible (adaptada a las necesidades del personal), con una dimensión global, donde se aglutinen distintos indicadores como:
- El Desarrollo de la Persona
- La Experiencia Grupal
- El Aprendizaje Competencial y Experiencial
- El Acompañamiento y Rol del Docente.
Nuestra experiencia nos dice que la educación no formal, la educación en tiempo libre, animación sociocultural… es muy diferente y valiosa por su singularidad respecto de otras formas educativas. Por tanto, la utilización del e-learning en la formación en tiempo libre debería respetar y mantener en esencia ese estilo diferenciador.
En posteriores entradas iremos presentando las características que debería tener siempre el e-learning para ser apropiado para la formación en tiempo libre.